Obituary for Alma Rosa Campos Nolasco
Alma Rosa Campos Nalasco: A Fiery Mama Bear, Gentle Whisperer, and Gorge Gemstone. Life bloomed for Rosa Campos Nalasco on sun-drenched plains of Zacatecas, Mexico in 1978. At eight, she took root in the fertile Campos family, becoming one of six siblings. During the late eighties, the whole bunch uprooted for Hood River, Oregon, where vibrant valleys mirrored the boundless love Rosa would grow around her.
Her high school graduation wasn't just a ceremony; it was a family portrait. Hip-hugging son Octavio clung to his mama, new partner Alvaro beaming by her side. This was the start of Rosa's masterpiece -her fierce, joyful family. Almadelia arrived, painting laughter on their walls and seemingly born with a Starbucks cup in her hand, and years later, Javier completed this vibrant family.
Rosa nurtured not just them, but an entire community. Brookside Manor, a haven for Hood River's elders, became her second home. She wasn't just a staff member; she was a sunbeam, coaxing smiles from weathered faces, a gentle voice for those who couldn't speak for themselves. Her compassion was never ending, and always open to anyone who needed just a bit more.
She was a commadre (godmother) to many in the gorge, a sister beyond blood, a friend who'd share her last sip of horchata. But sometimes, in her endless giving, she forgot to nourish the garden of her own needs. That's when we, her loved ones, would remind her – the flower that blooms for others deserves a little sunshine too.
On January 1st, 2024, Rosa's vibrant spirit ascended. She leaves behind a legacy woven with love: her husband Alvaro, children Octavio, Almadelia, and Javier, her mother Carmen, siblings Juan, Jaime Jr., Martin, Octavio, and Guadalupe, and a tapestry of friends thicker than the branches of a sequoia.
Remember Rosa not for her passing, but for her fiery mama bear hugs, her whispered encouragement to the lonely, and her infectious, gorge-grown laughter. Keep her spirit alive by nurturing the seeds of kindness she planted everywhere she walked.
And to Rosa, our whispering angel, we say – gracias, mija. You bloomed beautifully, and your light will forever guide us as we walk along our journeys of life.
A time for viewing will be held 10:00AM – 7:00PM, Friday, January 5, 2024 at Anderson’s Tribute Center (1401 Belmont Ave, Hood River, OR 97031). Funeral mass will be held 11:00 AM, Saturday, January 6, 2024 at St. Mary’s Catholic Church (1501 Belmont Ave, Hood River, OR 97031) with burial to follow at St. Mary’s Cemetery (1225 Tucker Road, Hood River, OR 97031).
Visit www.AndersonsTributeCenter.com to leave a note of condolence for the family.
Alma Rosa Campos Nalasco: una mamá osa ardiente, una susurradora gentil y una gema preciosa del Gorge. La vida floreció para Rosa Campos Nalasco en las soleadas llanuras de Zacatecas, México, en 1978. A los ocho años, echó raíces en la fértil familia Campos, convirtiéndose en una de seis hermanos. A finales de los años ochenta, todo el grupo se mudó a Hood River, Oregón, donde los valles vibrantes reflejaban el amor ilimitado que Rosa crecería a su alrededor.
Su graduación de la prepa no fue sólo una ceremonia; Era un retrato familiar. Octavio, su hijo abrazado a la cadera, se aferró a su madre, con su nuevo compañero Álvaro sonriendo a su lado. Este fue el comienzo de la obra maestra de Rosa: su familia feroz y alegre. Almadelia llegó pintando risas en las paredes y aparentemente nació con una taza de Starbucks en la mano, y años después, Javier completó esta vibrante familia.
Rosa no solo los cuidó a ellos, sino a toda una comunidad. Brookside Manor, un refugio para los mayores de Hood River, se convirtió en su segundo hogar. Ella no era sólo un miembro del personal; ella era un rayo de sol, provocando sonrisas en rostros curtidos, una voz suave para aquellos que no podían hablar por mucho tiempo ellos mismos. Su compasión era interminable y siempre estaba abierta a cualquiera que necesitara un poco más.
Ella era una comadre (madrina) de muchos en el gorge, una hermana más allá de la sangre, una amiga con quien compartiría su último sorbo de horchata. Pero a veces, en su infinita entrega, se olvidaba de alimentar el jardín con sus propias necesidades. Entonces nosotros, sus seres queridos, le recordábamos: la flor que florece para los demás también merece un poco de sol.
El 1 de enero de 2024, el espíritu vibrante de Rosa ascendió. Deja un legado tejido con amor: su esposo Álvaro, sus hijos Octavio, Almadelia y Javier, su madre Carmen, sus hermanos Juan, Jaime Jr., Martín, Octavio y Guadalupe, y un tapiz de amigos más grueso que las ramas de una secuoya.
Recuerde a Rosa no por su fallecimiento, sino por sus ardientes abrazos de mamá oso, sus susurros de aliento a los solitarios y su risa contagiosa. Mantenga vivo su espíritu cultivando las semillas de bondad que plantó donde quiera que caminaba.
Y a Rosa, nuestro ángel susurrador, le decimos: gracias, mija. Floreciste maravillosamente y tu luz nos guiará para siempre mientras caminamos por el camino de la vida.
Un tiempo de velación se llevara a cabo de 10:00AM -7:00 PM, viernes, 5 de enero 2024 en Anderson’s Tribute Center (1401 Belmont Ave, Hood River, OR 97031). Su misa fúnebre será 11:00AM, 6 de Enero 2024 en la iglesia católica St. Mary’s (1501 Belmont Ave, Hood River, OR 97031) y terminando misa procederemos al panteón católico St. Mary’s (1225 Tucker Rd, Hood River, OR 97031).
Her high school graduation wasn't just a ceremony; it was a family portrait. Hip-hugging son Octavio clung to his mama, new partner Alvaro beaming by her side. This was the start of Rosa's masterpiece -her fierce, joyful family. Almadelia arrived, painting laughter on their walls and seemingly born with a Starbucks cup in her hand, and years later, Javier completed this vibrant family.
Rosa nurtured not just them, but an entire community. Brookside Manor, a haven for Hood River's elders, became her second home. She wasn't just a staff member; she was a sunbeam, coaxing smiles from weathered faces, a gentle voice for those who couldn't speak for themselves. Her compassion was never ending, and always open to anyone who needed just a bit more.
She was a commadre (godmother) to many in the gorge, a sister beyond blood, a friend who'd share her last sip of horchata. But sometimes, in her endless giving, she forgot to nourish the garden of her own needs. That's when we, her loved ones, would remind her – the flower that blooms for others deserves a little sunshine too.
On January 1st, 2024, Rosa's vibrant spirit ascended. She leaves behind a legacy woven with love: her husband Alvaro, children Octavio, Almadelia, and Javier, her mother Carmen, siblings Juan, Jaime Jr., Martin, Octavio, and Guadalupe, and a tapestry of friends thicker than the branches of a sequoia.
Remember Rosa not for her passing, but for her fiery mama bear hugs, her whispered encouragement to the lonely, and her infectious, gorge-grown laughter. Keep her spirit alive by nurturing the seeds of kindness she planted everywhere she walked.
And to Rosa, our whispering angel, we say – gracias, mija. You bloomed beautifully, and your light will forever guide us as we walk along our journeys of life.
A time for viewing will be held 10:00AM – 7:00PM, Friday, January 5, 2024 at Anderson’s Tribute Center (1401 Belmont Ave, Hood River, OR 97031). Funeral mass will be held 11:00 AM, Saturday, January 6, 2024 at St. Mary’s Catholic Church (1501 Belmont Ave, Hood River, OR 97031) with burial to follow at St. Mary’s Cemetery (1225 Tucker Road, Hood River, OR 97031).
Visit www.AndersonsTributeCenter.com to leave a note of condolence for the family.
Alma Rosa Campos Nalasco: una mamá osa ardiente, una susurradora gentil y una gema preciosa del Gorge. La vida floreció para Rosa Campos Nalasco en las soleadas llanuras de Zacatecas, México, en 1978. A los ocho años, echó raíces en la fértil familia Campos, convirtiéndose en una de seis hermanos. A finales de los años ochenta, todo el grupo se mudó a Hood River, Oregón, donde los valles vibrantes reflejaban el amor ilimitado que Rosa crecería a su alrededor.
Su graduación de la prepa no fue sólo una ceremonia; Era un retrato familiar. Octavio, su hijo abrazado a la cadera, se aferró a su madre, con su nuevo compañero Álvaro sonriendo a su lado. Este fue el comienzo de la obra maestra de Rosa: su familia feroz y alegre. Almadelia llegó pintando risas en las paredes y aparentemente nació con una taza de Starbucks en la mano, y años después, Javier completó esta vibrante familia.
Rosa no solo los cuidó a ellos, sino a toda una comunidad. Brookside Manor, un refugio para los mayores de Hood River, se convirtió en su segundo hogar. Ella no era sólo un miembro del personal; ella era un rayo de sol, provocando sonrisas en rostros curtidos, una voz suave para aquellos que no podían hablar por mucho tiempo ellos mismos. Su compasión era interminable y siempre estaba abierta a cualquiera que necesitara un poco más.
Ella era una comadre (madrina) de muchos en el gorge, una hermana más allá de la sangre, una amiga con quien compartiría su último sorbo de horchata. Pero a veces, en su infinita entrega, se olvidaba de alimentar el jardín con sus propias necesidades. Entonces nosotros, sus seres queridos, le recordábamos: la flor que florece para los demás también merece un poco de sol.
El 1 de enero de 2024, el espíritu vibrante de Rosa ascendió. Deja un legado tejido con amor: su esposo Álvaro, sus hijos Octavio, Almadelia y Javier, su madre Carmen, sus hermanos Juan, Jaime Jr., Martín, Octavio y Guadalupe, y un tapiz de amigos más grueso que las ramas de una secuoya.
Recuerde a Rosa no por su fallecimiento, sino por sus ardientes abrazos de mamá oso, sus susurros de aliento a los solitarios y su risa contagiosa. Mantenga vivo su espíritu cultivando las semillas de bondad que plantó donde quiera que caminaba.
Y a Rosa, nuestro ángel susurrador, le decimos: gracias, mija. Floreciste maravillosamente y tu luz nos guiará para siempre mientras caminamos por el camino de la vida.
Un tiempo de velación se llevara a cabo de 10:00AM -7:00 PM, viernes, 5 de enero 2024 en Anderson’s Tribute Center (1401 Belmont Ave, Hood River, OR 97031). Su misa fúnebre será 11:00AM, 6 de Enero 2024 en la iglesia católica St. Mary’s (1501 Belmont Ave, Hood River, OR 97031) y terminando misa procederemos al panteón católico St. Mary’s (1225 Tucker Rd, Hood River, OR 97031).